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Colocación de un magnífico retrato de la Reina constitucional Isabel II, Reina Gobernadora y la Niña Infanta en Vargas (Gaceta de Madrid)

Vargas 18 de Mayo.- Colocación de un magnífico retrato de la Reina constitucional Isabel II, Reina Gobernadora y la Niña Infanta en las casas de ayuntamiento constitucional del lugar de Vargas.

Gaceta de Madrid núm. 929, de 18/06/1837

A la colocación de un magnífico retrato de la Reina constitucional Isabel II, Reina Gobernadora y la Niña Infanta en las casas de ayuntamiento constitucional del lugar de Vargas, cuyo retrato, formada la Milicia en la tarde del domingo 14 del presente mes de mayo, fue conducido procesionalmente, dirigió el alcalde presidente D. Alejandro Carrasco la palabra a todos los convidados y Milicia con el discurso siguiente:

Ciudadanos: compañeros de armas: No puedo menos presentaros a la vista el cuadro filantrópico que nos presenta este día de regocijo, día en que colocamos en este santuario el retrato de nuestra Reina Isabel II, su Augusta Madre y Hermanita, y al mismo tiempo el oscuro y punible que los criminales aparentan tener preparado: por una parte todo debe ser regocijo, y por otro vigilancia y cuidado.

Los días 6, 7 y 8 del presente mes, validos algunos de criminales intenciones a la sombra de las engañosas noticias de si la facción se hallaba o no cercana de este pueblo, se disponían, si mal no me engaño, al robo y demás delitos que son consiguientes a los corazones desmoralizados: empero todo concluyó sin más que pequeñas disposiciones, y la sombra de solo un hombre que se considera por nada. Vosotros, si no lo visteis con vuestros mismos ojos, tocasteis de cerca el murmullo, o lo que vale tanto fuego oculto. ¿Y adonde, caso de una invasión grande o pequeña, os parece marcharían a dañar estos seres podridos? Yo os lo diré. No irían a las casas de los infelices meros jornaleros: irían sí a las que su fortuna les pone a cubierto de la indigencia: ellos no respetan opiniones; tratándose de robar no hay ninguna diferencia, luego es claro, y estamos en el caso de unir nuestras voluntades con un lazo indisoluble para hacer frente a la facción, a la polilla del pueblo, a la polilla del pueblo, y a cuantos seres tratasen de incomodarnos. En los mayores peligros me veréis el primero al frente: jamás os abandonaré; y en lo que alcance mi espíritu, mi patriotismo, podéis estar seguros será en vuestro favor, en favor de la santa causa, y en favor del Gobierno. Sí, en favor de esas sagradas obligaciones.

El terror que quieren infundir en vuestros corazones, los partidarios del despotismo debe ser despreciado altamente, porque el hombre de bien cuando defiende una causa tan justa en todos conceptos como es la de que no se mancille el trono de Isabel II y Constitución, a una niña Reina que desde la cuna nos dice con halagüeñas miradas, defendedme que soy huérfana y legítima heredera; nuestros bienes, nuestras vidas y mil vidas debemos de exponer para que triunfen tan caros objetos, y no puedan ser en lo más mínimo incomodados. ¿Quiénes son esos miserables unidos a un pretendiente, que no tienen en su apoyo otros elementos que el crimen, la oscuridad y las montañas para querer infundirnos en el miedo, en la desunión y en la cobardía? Si se mira con los ojos de la verdad, nadie, porque hasta ahora os consta a todos, no tienen otro ejercicio que el asesinato y el robo, y jamás con pundonor presentan la batalla. Vuelvo a repetir, despreciadles, nada de miedo, nada de engaño; y por mi parte estén seguros los que traten de extender noticias alarmantes que estoy preparado a hacerles conocer la verdad por medio del castigo.

El pueblo de Vargas nada tiene que temer, el Gobierno lo estima, el Gobierno lo protege, y cuantas medidas de seguridad escoja esté seguro que el exquisito tribunal de la excelentísima diputación está siempre dispuesto a aprobarlas, y si posible le es, con sus mismas personas a hacer la defensa. Si este concepto, si este honor lo tiene Vargas ¿cómo es posible que yo pueda creer que los ciudadanos que tienen el honor en este pueblo de empuñar las armas como los voluntarios nacionales, no se unan a estos para la terrible defensa, y los demás ciudadanos unirse también para aumentar con su apoyo la fuerza y triunfar de nuestros encarnizados enemigos? No, no me es posible, y desde este momento reclamo más y más la unión de los buenos, quedando a mi cuidado los seres equívocos de este pueblo. Tema el criminal, mude de concepto, porque acaso el día que espera será el terrible de su castigo.

Viva Isabel II, viva la Constitución, viva la Reina Gobernadora, viva el Gobierno.

Después se dio un refresco a todos los concurrentes en las casas de ayuntamiento, se iluminaron estas, y por la noche hubo un gran baile que duró hasta las cuatro de la madrugada, todo con el mayor regocijo, sin haber la más mínima incomodidad, y el alcalde presidente, presidiendo la dicha función, hablando a todos de la unión, del amor y la fraternidad que deben tener, sin que tuviesen cuidado, pues él estaba y estaría siempre al frente para el terror de los malos. (B.O. de Toledo)

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