sábado

Contexto Histórico II

En esta segunda parte, cuento como eran las zonas en las que se desarrolló la batalla. La información la he recopilado del Diccionario de Pascual Madoz (1845-1850)

Carandia

Valle en la provincia de Santander, en el municipio de Piélagos. Su clima es templado pero un tanto húmedo. Tiene escuela de primeras letras dotada con las retribuciones en maíz de los niños que la frecuentan. La iglesia parroquial está servida por un cura de provisión del obispo en la que dice también misa el vicario eclesiástico del valle de Piélagos. Tiene un cementerio, tres ermitas y buenas aguas para el consumo del vecindario. Al norte se encuentra el valle de Castañeda, al este Renedo, al sur Villacarriedo y al oeste el indicado valle de Castañeda y el río Pas. El terreno es de buena calidad, algo pantanoso hacia el norte y en el se eleva un monte cubierto de varios arbustos. El río Pas y varios arroyos fertilizan las tierras y mueven las ruedas de un molino harinero. Hay una estafeta de correos que recoge la correspondencia al paso del conductor para Burgos o viceversa, pero no se distribuye en este punto, sino en Arce.

Toranzo

Valle en la provincia de Santander, parte judicial de Villacarriedo, compuesto de los pueblos de Acereda, Aes, Alceda, Barcena, Bargas, Borleña y Sardedillo, Castillo Pedroso, Corvera, Corrobárceno, Cueva, Entrambasmestas, Esponzues, Hijas, Ontaneda, Pando, Penilla, Prases y Cillero, Presillas, Puenteviesgo, Quintana, Resconorio, San Andrés y San Miguel de Luena, San Miguel de Luena, Santiurde, San Vicente, Vejoris, Villasevil, Villigar e Iruz. Muchos habitantes emigran durante el verano a varios puntos del reino, donde se ejercitan en diversas profesiones, retornando luego a su patria con algunas ganancias. El pueblo de Carandia corresponde la mitad a este valle, y el resto al de Piélagos.

Vargas: (en el original Vargas aparece con B: Bargas)

En la provincia y diócesis de Santander, ayuntamiento de Puente-viesgo. Se compone de dos barriadas, llamadas Acebal y Llano; esta está situada en una llanura a la margen izquierda del río Pas, y la primera un poco más al oeste en punto algo más alto y quebrado formando escalón para subir por aquella parte a la montaña Dobra; ambas entre arboledas de roble y castaño: goza de buena ventilación y de clima sano; pues no se conocen por lo común otras enfermedades que inflamatorias y algunas irritaciones cerebrales que ceden con facilidad. Tiene 65 casas, 34 en el barrio de Acebal y 31 en el de Llano, la mayor parte de regular comodidad: en este último existen también dos casas-palacios de piedra sillería con dos arcos cada uno en la portada: se hayan regularmente conservadas, habiendo sido construida la una en el año de 1638 y reedificada en 1708 y la otra en el de 1798: las casas no están alineadas ni forman calles a causa de encontrarse diseminadas por el término. Hay una escuela de primeras letras para niños de ambos sexos, a la que concurren ordinariamente en número de 30; una iglesia parroquial bajo la advocación de Santa María fundada en el año de 1468; el edificio es de pequeñas dimensiones, formando casi un cuadro con una extensión de 34 pies sobre 28 de altura; está servida por un cura párroco cuyo beneficio proveía el cabildo de la colegiata de Santillana que percibía los diezmos, dando al cura una asignación de 50 duros y suministrando lo necesario para el culto: a sus inmediaciones se encuentran el cementerio en paraje bien ventilado, construido en 1824; dos ermitas, el ángel de la Guarda y la Magdalena; ambas de poca capacidad y sin ornamentos ni vasos sagrados, que llevan de la parroquia cuando es necesario; siete fuentes, Reina, Fría, Rio-mayor, Herrán, Rosa, Salud y Monasterio, de cuyas buenas aguas se surten los habitantes para sus usos domésticos y para los ganados, aprovechándose también de las del río Pas. Confina el término al norte con Carandia, parte judicial de Santander, al este con Villavánez, al sur con Puente-viesgo y al oeste con Presillas. En él se encuentra el monte Dobra, que provee de leñas y maderas de construcción; pero si no se cuida su replantación, se irá arruinando poco a poco, como sucede con la mayor parte de los demás por hallarse sumamente abandonados. Cuenta con 1200 carros de tierra labrantía y 1500 de prado, cada uno de 128 brazas: hay también una dehesa destinada al surtido de la armada nacional, que en el día está a cargo de la jefatura política. El terreno es parte llano y parte algo quebrado, fuerte y bastante fértil. Por el oriente de la población corre el río Pas en dirección de norte a sur; da movimiento a un molino harinero de dos ruedas y desagua en su mismo término el titulado Pisueña: en su ribera existe una arboleda de robles y castaños contigua a la ermita del Ángel de que ya se ha hablado. Atraviesa en dirección al norte la carretera real para Santander, habiendo además otros vecinales de pueblo a pueblo, practicables para las carretas del país. El correo de Burgos pasa los domingos, miércoles y viernes por la noche, y el de Santander los martes, viernes y domingos: trae valija separada para la correspondencia de los pueblos que comprende la administración de Torrelavega. También cruza por el pueblo diariamente la diligencia que va y viene de Santander, produce: maíz, alubias, trigo, patatas, castañas, nueces y hierba: faltan todos los demás artículos para la manutención y vestido que compran en los mercados de Torrelavega con el producto de sus cosechas, con la ganancia de la ganadería y portes de carretería: suelen sembrar alguna parte del terreno de trigo, pero esto es muy poco, y muchos años nada; lo mismo sucede con el lino, del que aunque recogen alguno, no es suficiente para el surtido de las casas. El ganado puede regularse en 80 vacas mayores, 30 crías, 40 parejas de bueyes y 10 vacas, cuyo género llevan vender a las ferias del país: hay caza de liebres, perdices, zorros y lobos; y una cantera de piedra-loza de la que se aprovechan los habitantes para la construcción de edificios: industria y comercio: algunos se dedican al transporte de harinas de las fábricas para Santander, en las temporadas que les permite la labranza propia o ajena: al norte de la población hay un molino harinero de dos ruedas, movido por las aguas del río Pas. El comercio se reduce a la abacería e importación de vinos de Rioja y aguardiente catalán. Las fiestas son las de Sta. María bajo la advocación de las Candela, el día dos de febrero, la del Ángel de la Guarda, el primero de marzo y la de la Magdalena el 22 de julio: todas son de precepto para el pueblo y días de romería a que concurren gentes de los pueblos inmediatos; población 66 vec., 325 almas.

La acción de Vargas según Madoz:

Durante la guerra civil sucedida a Fernando VII solo una vez se creyó respuesta a se atacada por los carlistas, y reunidos parte de sus vecinos con algunas partidas de tropa que allí había , salieron a encontrar a los carlistas, y junto a Vargas los batieron y rechazaron en 3 de noviembre de 1833.; por lo que el gobierno concedió a esta ciudad, entre otra gracias, la de añadir a sus dictados de muy noble y siempre leal, el de decidida, y la de que su ayuntamiento tuviese el tratamiento de Excelencia. Desde entonces timbra sus armas con corona ducal.

Mapas

Lugares geográficos de interés



Situación de las tropas antes de la batalla

Los mapas son algo rudimentarios, ya buscaré un programa mejor, pero estos ya los tenía hechos y me pareció interesante incluirlos. Próximamente incluiré otros con los movimientos de las tropas y lo que se me ocurra que pueda resultar interesante.

Pasa-Calle. José María de Pereda

Ha estado investigando la influencia de la acción de Vargas en la literatura, aquí publico un fragmento de una obra del conocido escritor santanderino Jose María de Pereda en el que se menciona la batalla de Vargas y que gracias a ella a Santander le son concedidos varios títulos.

"Dame tu brazo, lector, o toma el mío si lo prefieres, y vámonos a matar dos horas que me sobran, brujuleando por las calles de la Muy Noble, Leal y Decidida ciudad; que todos estos títulos ostenta en su ejecutoria la perínclita capital de la Montaña, desde don Fernando el Santo hasta Echevarría el faccioso, o, si lo quieres más digerible, desde la toma de Sevilla hasta la «batalla de Vargas»."

Aquí incluyo otro fragmento de la misma obra, en el que se habla de la Acción de Vargas:

"Enfrente la Expendición de bulas y el célebre estanco... y otros muchos establecimientos y tipos acá y allá que vieron pasar años y generaciones sin dar un brochazo de pintura a los marcos de sus puertas, ni hacer la menor alteración en sus hábitos. Para conmemorar la acción de Vargas en tiempo de la Milicia que feneció el 43, se alzaba en este mismo sitio, en la noche de 3 de noviembre, un templete de tablas de cabretón, sobre el cual se colocaba una estatua, representando no sé si la Victoria o la Fama, a la que llamaba el pueblo la vieja de Vargas, creyendo a ojos cerrados que aquélla era una imagen de la buena mujer que, según pública opinión, se apareció a los nacionales que iban a Vargas a batir la facción, indicándoles el punto en que ésta se hallaba, por dónde se la podía atacar, etc., etc... noticias a las cuales, según las mismas fuentes, se debió el éxito de la expedición. Aquella noche, tras un día de revistas, desfiles y gigantillas, había en torno al templete música y cohetes, ruedas, suspiros, correos, carretillas y cuanto daba de sí el arte pirotécnico, creyéndose en el colmo de la felicidad el que para disfrutar de la fiesta hallaba un hueco en un balcón de las inmediaciones."


Si quieres tener más información aquí hay otro artículo del blog en el que se menciona el episodio de la concesión a Santander de los antedichos títulos.


Adjunto el enlace por si quieres leer la obra de Pereda íntegra.

martes

Contexto Histórico I

Aquí publico la primera parte de la sección de contexto histórico, en la segunda parte escribiré acerca de como era el Santander de la época en el ámbito económico y una mayor profundización en los personajes que aparecen.

En 1833, estalló en España la primera guerra carlista, su origen está en la lucha por la sucesión al trono español entre los partidarios de Isabel, hija de Fernando VII y los carlistas partidarios del infante D.Carlos María Isidro de Borbón, hermano de éste. La guerra se debió a que Fernando VII en su lecho de muerte abolió la ley sálica, proclamando la pragmática sanción, que permitía a las mujeres subir al trono español. Fernando VII conseguía así que una hija suya accediera al trono.
El campo y las pequeñas ciudades del País Vasco y Navarra apoyaron mayoritariamente al pretendiente Carlos debido a su tradicionalismo, gracias al apoyo que le dio el bajo clero local.
En Aragón y Cataluña se vio como una oportunidad de recuperar sus derechos forales, perdidos tras la Guerra de Sucesión Española. La jerarquía eclesiástica se mantuvo ambigua, aunque una parte importante del clero, entre ellos el famoso guerrillero héroe de la Guerra de Independencia, el cura Merino se unió a los partidarios de Carlos.
En el otro bando, los liberales y moderados se unieron para apoyar a María Cristina y a su hija Isabel. Controlaban las principales instituciones del Estado, la mayoría del ejército y todas las ciudades importantes. Los liberales recibieron apoyo del Reino Unido, Portugal y Francia.
En la Provincia de Santander, la guerra creó intranquilidad, ya que en Bilbao, ciudad liberal, había triunfado un golpe carlista que había obligado a esconderse a las autoridades. En la ciudad las autoridades estaban divididas. El gobernador Joaquín del Castillo y Pedro Remón, el corregidor, eran absolutistas. Los regidores de la ciudad, Labat, Flórez Estrada, Sánchez de Porrua, Arguindegui, Abad y, Trueba y Cossío apoyaban al bando liberal y eran fieles a la Reina Gobernadora. Todos ellos eran liberales doctrinarios, que defendían el sufragio censitario y la soberanía compartida.
Como defensa, Santander únicamente contaba con cerca de medio centenar de voluntarios. En la región había peligrosos movimientos de tropas. Desde Toranzo entraban voluntarios realistas al mando del teniente coronel Bárcena. En Toranzo aún quedaba un batallón al servicio de la Reina al mando de Ramón de la Torre. La zona de Trasmiera estaba bajo poder de las tropas carlistas, con Mazarrasa como líder. Pero el Valle de Carriedo estaba en poder de los liberales, al mando de Gómez de Barreda, jefe de los voluntarios. Poco después Mazarrasa pasó a luchar en la zona de Vizcaya donde llegó a conseguir el cargo de mariscal de campo.
Para unificar criterios, los máximos mandatarios de Santander se reunieron en el Palacio del Obispo, por aquel entonces fray Felipe González Abarca y decidieron tomar partido por la causa de la Reina. Para ello, decidieron armar la ciudad con fusiles que se guardaban en el Castillo de San Felipe y en la fragata San Juan, además se contaba con barcos y con los cañones de La Cavada. Fue imposible pedir ayuda a Valladolid ya que los carlistas controlaban los caminos. Los carabineros del Resguardo defendían la ciudad y se crearon dos compañías, la de “Cazadores de Montaña” al mando del coronel Iriarte y el “Batallón de Vecinos Honrados”, formado por media docena de compañías al mando de Sayús, Bolado, Velarde, Assas; Jusué, Pedraja, Barbáchano, Cerrajería, Quintanilla, López Dóriga, Aguirre y Bárcena. Todos ellos gente ilustre de la ciudad.

sábado

Colocación de un magnífico retrato de la Reina constitucional Isabel II, Reina Gobernadora y la Niña Infanta en Vargas (Gaceta de Madrid)

Vargas 18 de Mayo.- Colocación de un magnífico retrato de la Reina constitucional Isabel II, Reina Gobernadora y la Niña Infanta en las casas de ayuntamiento constitucional del lugar de Vargas.

Gaceta de Madrid núm. 929, de 18/06/1837

A la colocación de un magnífico retrato de la Reina constitucional Isabel II, Reina Gobernadora y la Niña Infanta en las casas de ayuntamiento constitucional del lugar de Vargas, cuyo retrato, formada la Milicia en la tarde del domingo 14 del presente mes de mayo, fue conducido procesionalmente, dirigió el alcalde presidente D. Alejandro Carrasco la palabra a todos los convidados y Milicia con el discurso siguiente:

Ciudadanos: compañeros de armas: No puedo menos presentaros a la vista el cuadro filantrópico que nos presenta este día de regocijo, día en que colocamos en este santuario el retrato de nuestra Reina Isabel II, su Augusta Madre y Hermanita, y al mismo tiempo el oscuro y punible que los criminales aparentan tener preparado: por una parte todo debe ser regocijo, y por otro vigilancia y cuidado.

Los días 6, 7 y 8 del presente mes, validos algunos de criminales intenciones a la sombra de las engañosas noticias de si la facción se hallaba o no cercana de este pueblo, se disponían, si mal no me engaño, al robo y demás delitos que son consiguientes a los corazones desmoralizados: empero todo concluyó sin más que pequeñas disposiciones, y la sombra de solo un hombre que se considera por nada. Vosotros, si no lo visteis con vuestros mismos ojos, tocasteis de cerca el murmullo, o lo que vale tanto fuego oculto. ¿Y adonde, caso de una invasión grande o pequeña, os parece marcharían a dañar estos seres podridos? Yo os lo diré. No irían a las casas de los infelices meros jornaleros: irían sí a las que su fortuna les pone a cubierto de la indigencia: ellos no respetan opiniones; tratándose de robar no hay ninguna diferencia, luego es claro, y estamos en el caso de unir nuestras voluntades con un lazo indisoluble para hacer frente a la facción, a la polilla del pueblo, a la polilla del pueblo, y a cuantos seres tratasen de incomodarnos. En los mayores peligros me veréis el primero al frente: jamás os abandonaré; y en lo que alcance mi espíritu, mi patriotismo, podéis estar seguros será en vuestro favor, en favor de la santa causa, y en favor del Gobierno. Sí, en favor de esas sagradas obligaciones.

El terror que quieren infundir en vuestros corazones, los partidarios del despotismo debe ser despreciado altamente, porque el hombre de bien cuando defiende una causa tan justa en todos conceptos como es la de que no se mancille el trono de Isabel II y Constitución, a una niña Reina que desde la cuna nos dice con halagüeñas miradas, defendedme que soy huérfana y legítima heredera; nuestros bienes, nuestras vidas y mil vidas debemos de exponer para que triunfen tan caros objetos, y no puedan ser en lo más mínimo incomodados. ¿Quiénes son esos miserables unidos a un pretendiente, que no tienen en su apoyo otros elementos que el crimen, la oscuridad y las montañas para querer infundirnos en el miedo, en la desunión y en la cobardía? Si se mira con los ojos de la verdad, nadie, porque hasta ahora os consta a todos, no tienen otro ejercicio que el asesinato y el robo, y jamás con pundonor presentan la batalla. Vuelvo a repetir, despreciadles, nada de miedo, nada de engaño; y por mi parte estén seguros los que traten de extender noticias alarmantes que estoy preparado a hacerles conocer la verdad por medio del castigo.

El pueblo de Vargas nada tiene que temer, el Gobierno lo estima, el Gobierno lo protege, y cuantas medidas de seguridad escoja esté seguro que el exquisito tribunal de la excelentísima diputación está siempre dispuesto a aprobarlas, y si posible le es, con sus mismas personas a hacer la defensa. Si este concepto, si este honor lo tiene Vargas ¿cómo es posible que yo pueda creer que los ciudadanos que tienen el honor en este pueblo de empuñar las armas como los voluntarios nacionales, no se unan a estos para la terrible defensa, y los demás ciudadanos unirse también para aumentar con su apoyo la fuerza y triunfar de nuestros encarnizados enemigos? No, no me es posible, y desde este momento reclamo más y más la unión de los buenos, quedando a mi cuidado los seres equívocos de este pueblo. Tema el criminal, mude de concepto, porque acaso el día que espera será el terrible de su castigo.

Viva Isabel II, viva la Constitución, viva la Reina Gobernadora, viva el Gobierno.

Después se dio un refresco a todos los concurrentes en las casas de ayuntamiento, se iluminaron estas, y por la noche hubo un gran baile que duró hasta las cuatro de la madrugada, todo con el mayor regocijo, sin haber la más mínima incomodidad, y el alcalde presidente, presidiendo la dicha función, hablando a todos de la unión, del amor y la fraternidad que deben tener, sin que tuviesen cuidado, pues él estaba y estaría siempre al frente para el terror de los malos. (B.O. de Toledo)